martes, septiembre 05, 2006

COMO UN LEÓN ENJAULADO, así sin eufemismos, directo y al grano. Así me siento hoy aquí en la oficina -la cueva desde la cual escribo esto- y para más inri no hay mucha gente conectada en el msn que me haga olvidar el mediodia triste y sin trabajo que estoy viviendo. En la radio -online- encontré una de Barcelona que pasa buena música y que de vez en vez aparece algun émulo de Pitia e intenta siempre por teléfono, echarle la suerte a la gente. Sabiamente sobre este tema el General Perón -Dios mío, no lo soporto al Pocho y por eso me siento peor que los Anti-Freud cuando tienen que citar conceptos netamente acuñados por el Padre del Psicoanálisis a cada rato- entre gitanos no nos vamos a tirar la suerte y oh paradoja, eso es lo que oigo en esta radio -también lo oía allí en Barcelona eh- que gitanas mentirosas le tiran el tarot a gitanos desesperados por teléfono. Que timo!!!!!!!
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En fin, acabado el tema radiofónico online puedo escribir que hace unos instantes recibí un par de sms al móvil y me alegraron un poco el día. Bueno digamos que alegrar un poco esta bien pero utilizar esas palabras le resta importancia a la mañana que en sí fue muy movidita y entretenida, así que solo diré que alegraron el momento en el que fueron recibidos por mi teléfono móvil.
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Luego de un rato de leer "Los Sueños laberintos del deseo", libro sobre el sueño y la interpretación en psicoanálisis, escrito entre otros por el gracioso profesor de Psicoanálisis I, cátedra de Irene Friedenthal; Daniel Rubinsztejn -si!! no digan nada ni se rían, aunque más que sobre sueños, viendo su apellido tendría que hacer un libro sobre la idische mame y no sobre los sueños de sus pacientes, los que oyó por ahí, los que robó, etc... el libro vale la pena eh- para cortar con lo onírico no literario, me puse a buscar en internet un poco de poesía -luego de leer algunos periódicos internacionales y deportivos jaja- y encontré una de Rafael de León -que de encontrarme yo en una sesión de psicoanálisis seguramente interpretaría el por qué del título de esta entrada y si existe una relación implícita entre el enjaulamiento del león, Rafael de León y el No de su poema, de un "personaje" que no quiere ser enjaulado o encerrado en pacatos encasillamientos de alcurnia.
En fin, interpretaciones que aparecen en las terapias o cuando uno hace mucha terapia y luego como aquel que mira mucha televisión, no distingue entre la ficción y la realidad, jaja.
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Espero que les guste y ahora sí, la tarde se puso movidita y luego de trabajar tengo un café pendiente con mi amigo Matías, futuro político argentino (?) del Partido Socialista Argentino -que espero me agradezca cuando nos encontremos en alguna trinchera de la vida o tras las barricadas de la ciudad y no me putee si algún día dice que por mi culpa cambió su visión del mundo- me voy a seguir trabajando.
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Ahh y a veces las Repúblicas se encuentran donde uno menos se lo espera y las postales que se envían, como botellas al mar, llegan a destino cuando deben y no cuando quieren sus ansiosos remitentes jaja.
El poema esta en www.amediavoz.com
NO
¿Cómo quieres que deje mi vida entre tus manos
y mi jardín de sueños y mi luna y mi rosa?
¿Cómo quieres ponerle orillas a este río
que corre libre y ancho desde que yo naciera?

Me brindas una dulce esclavitud antigua,
dentro de tu palacio con su escudo y su torre,
y lo que necesito es un campo de trigo
por sonde se revuelque mi verso desbocado.

Quieres que esté pendiente de tu traje de novia,
de tu escote redondo y tus manos sin sangre,
de las rancias visitas que vienen a tu casa
y de la barahúnda de tus antepasados.

Y yo estoy con mi nardo, con mi copla y mi vino,
con la muchacha alegre que vende las naranjas,
con el niño pequeño que pide la limosna,
y con el árbol que da sombra a los pájaros libres.

Estaría una semana besándote la mano,
elogiando marfiles y mirando vitrinas,
y de pronto, una noche, llegaría mi viento
a romper miniaturas y abanicos de encaje.

Mi verso es como un toro colorado y terrible
que no aguanta ni el hierro de la ganadería,
y que lo mismo baja a beber al arroyo,
que anda leguas y leguas hasta encontrar los mares.

Yo vivo en una choza de cartón y de nubes,
con un pino y un monte y un aljibe de sueños.
Cuando quiero un castillo, me vuelvo medio loco
y arquitecto de luna, lo construyo en el aire.